Año II – Núm. 25
Aguilar de Campóo, 10 de enero de 1915.
Autor: Asperino Martínez y Rodríguez
CONTESTACIÓN
_____
(a Don Simplicísimo)
Recibí días pasados el comunicado que precede, llamándome la atención sobremanera la firma del mismo, «Don Simplicísimo», desconocido para mí en absoluto y a pesar de su bombo hacia mi humilde personalidad, me molesta el contenido por sus manifestaciones que carecen de fundamento y a las que contesto con la claridad que tengo por costumbre, y el lector de «El Águila» se forme idea de quién será el tal Simplicísimo.
Sé perfectamente cuál es mi obligación como concejal y siempre me encuentran cumpliéndola cuando mi presencia es necesaria para, a cara descubierta, defender los intereses del municipio y que cuantos acuerdos haya, lleven el sello de la imparcialidad y la justicia.
El reparto de la leña, Sr. Simple o lo que sea, se ha hecho de diferente forma que Vd. presume. La corta verificada fue de 204 adras o carros, con los cuales era imposible complacer a todos los vecinos. Se anunció en forma para el que quisiera fuera por la papeleta a Secretaría, mediante el pago de pts. 2,25, con la condición de ser para el consumo del que la extrajera, cosa que en años anteriores se había hecho con el fin de evitar el que hubiera individuos que, valiéndose de sus simpatías, reunieran un número crecido de suertes, cosa que llamaba la atención. Claro está que el procedimiento no se ajusta a lo equitativo, y cuando de reparto de leña se ha tratado, he manifestado que la adjudicación de las referidas suertes, siendo en número inferior al de vecinos, se debía verificar por sorteo, poniendo en una urna el nombre de todos los vecinos y en la otra el de suertes, y el completo en blanco; extraídas una a una se vería quien era el agraciado y quien no, con amplias facultades para que de ella hiciera lo que quisiera, menos venderla. Mis compañeros de Ayuntamiento, quizás más conocedores que yo de este asunto, optaron siempre por lo hecho otras veces, que no creo injusto ni arbitrario, pues tenga en cuenta el Sr. Simplicísimo, es asunto el de la leña… que a nadie se agrada con ella.
Los intereses del empréstito a que también se refiere, vencidos en marzo último, se han pagado a todo el que se presentó a su cobro, y al efecto que hable D.ª Laureana Gómez, D. Antonio Aparicio y algún otro, y Vd., Sr. Simplicísimo, si no ha cobrado habrá sido porque no ha querido, pero que le conste está abierto el pago y todos los concejales queremos pagar con puntualidad cuantas deudas adquiera el Municipio, siendo necesario, Sr. Simple, que los deudores paguen con igual puntualidad, y esto por desgracia no ocurre, pues los hay que ni con cañón se les convence, y al efecto le invito a que dé una vueltecita por la casa de la villa, y lo verá.
Vd. ignora las gabelas que pesan sobre el Municipio y voy a darle, en extracto, relación de ellas y de fijo se asustará [especifica los diversos gastos del Municipio clasificados por grupos], que en total arrojan una cantidad bastante considerable. ¿Qué le parece de esto Don Simple?
Claro está que de lo consignado en algún capítulo no se gasta y se hace la consiguiente transferencia a otros, cuya consignación no alcanza.
Los ingresos los constituyen pocos capítulos, pues se cobra: por láminas 3.400 pesetas, más el 13 por 100 de industrial y territorial, yerbas y lo que producen los consumos, que en verdad hay años que tiene que liquidarse el presupuesto con déficit y, tirando de la cuerda, con poco superávit.
Tenga en cuenta mis manifestaciones que ampliaré si fuera necesario, no dejando de reconocer que los cargos municipales acarrean disgustos sin cuento si se desempeñan con el desinterés debido.
En el número próximo me ocuparé de los otros pormenores de su comunicado, previniéndole que el periódico y su Director están siempre a la defensa de los intereses del pueblo y su región.
El Director
******