EL ÁGUILA / Año I – Núm. 3 /Aguilar de Campóo, 30 de mayo de 1914.
Carta al señor Alcalde
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¿No es posible poner coto a los destrozos que causan los mozalbetes con los peligrosos y en todas partes prohibidos tirapiedras? He oído lamentarse a personas respetables de los daños que ocasionan en algunos edificios, particularmente en la iglesia, y dice muy poco en favor de nuestra cultura la aversión que por las plantas y los pájaros sienten los chicos que usan y abusan de tales artefactos, llegando a insultar groseramente a quien se aventura a reprenderlos por sus perversos instintos. Proceda contra ellos señor Alcalde y todos los vecinos se lo agradecerán.
Al mismo tiempo le suplico en nombre de los asiduos concurrentes al hermoso paseo de «Los Idilios» -antes Cascajera– que haga desaparecer las abundantes piedras que existen; creo no sería costoso complacerles y recobraría pronto aquel ameno paraje la animación que siempre tuvo.
Anónimo
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