Año II – Núm. 25
Aguilar de Campóo, 10 de enero de 1915.
Autor: Un espectador de la fila octava
FUNCIÓN DE TEATRO EN AGUILAR
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Resulta, cuando menos, emotivo leer en una pequeña crónica sobre una función de teatro, en un periódico de hace 100 años, EL ÁGUILA, y encontrarse con el hecho de que una de las actrices fue pariente del editor de este blog. Tal es el caso de Alberta Martínez, hermana de mi padre Asperino Martínez e hija de mi abuelo, el fundador y director del periódico, Asperino Martínez y Rodríguez.
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CRÓNICA
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Me dirigía a presenciar la función que se celebra en nuestro teatro, cuando fui abordado por un redactor de este periódico, cuyo nombre no hace al caso, y con palabras convincentes me rogó que hiciese una reseña, corta o larga, de cuanto allí ocurriese, ya que «El Águila» no tenía más remedio que referir las habilidades de los encargados de interpretar las obras anunciadas, y él se veía en la imposibilidad de asistir por no haber sido invitado y no querer gastarse 75 céntimos para ocupar una incómoda localidad.
Y por obra y gracia de la casualidad –según dijo aquí un tal Godofredo- me transformé en reporter y contaré con ingenuidad cuanto allí vi.
«Alto el fuego» era la primera obra anunciada. La señorita Pura López interpretó magistralmente su difícil papel, derrochando arte, gracia y desenvoltura; muy bien estuvo Inés Rodríguez y también bien los señores Gutiérrez (M.), Arce Ruiz y García.
Se estrenó a continuación la bonita comedia titulada «Los martes de las de Gómez», en cuya interpretación se distinguieron las señoritas Alberta Martínez, Felicitas Herrero, Pura López, Inés Rodríguez y Micaela Vielva, y los señores Pérez de la Fuente, Lobera, Doncel Gutiérrez (M. y A.) Ruiz, Arce y García.
Para fin de fiesta, el redactor de este periódico don Antonio Pérez d e la Fuente, representó el bonito monólogo titulado «Yo amo, tú amas…», y teniendo en cuenta el poco tiempo de que dispuso para su preparación, imposible era sacar más partido de tan complicada obrita.
Unánimes aplausos sonaban al terminar cada representación en prueba del agrado del numeroso público que llenaba por completo el local.
Vaya mi felicitación sincera para el Director don Antonio Fernández, y si esto no está bien, perdonad a
Un espectador de la fila octava
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